El dibujante muralista Txema Esteban, es un clásico de las pancartas de San Fermín además de un artista heterodoxo al que la afición a las viñetas y el color le viene de muy lejos. Desde su infancia. De hecho, su mirada abierta, penetrante y algo díscola sigue teniendo esa fuerza asombrosa característica de esa época.

Entre otras prácticas, también realiza scratchboard. Como él mismo dice al definir esa técnica:

“Enmascaras la luz con arena, trabajas con negativos, y vas liberando y jugando con esa luz”.

Erlantz trabaja con lo negativo y lo trasforma en humor, color, punta, mirada divergente, sorpresa y alegría.



Para él, el primer contacto es imprescindible. Ese momento en el que la maquinaria se pone en funcionamiento y de forma natural comienza a imaginar mundos que se adapten a la propuesta. Cuando nos encontramos la primera vez para hablar, movía la cabeza y sonreía doblemente. Txema el dibujante, o Erlantz la persona completa, sonríe con la boca y con los ojos. Intensa mirada, comprensión profunda.

Con sus dos nombres es nuestro agente doble. El hombre del comienzo, del arranque, impulso y ganas de materializar este sueño.


Para él este tipo de trabajo forma parte de su bagaje, de su experiencia:



“he dedicado un montón de horas con mucho gusto, amor y cariño a los colectivos sociales, a los barrios, a las peñas... a toda esa maraña de gentes que está viva y aporta color”



Entre esa maraña estamos nosotras, y vosotras y aquellos. Porque toda mirada que se pose encontrará entre las escaleras o por los recovecos de las escaleras de acceso a la trasera Monasterio de Fitero, el parque, su chispa singular y propia.



Qué bueno que viniste! Te estábamos esperando.
Ongi etorri bihotz bihotzez!
https://www.facebook.com/txemaestebandibujante/

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