Sobre lo que estamos recibiendo: más que palabras




A medida que vamos contando el proyecto y se hace de tod@s, se diluyen las fronteras entre lo que se propone y las muestras de creatividad de las personas que nos rodean. Por ello nos parecía importante abrir un espacio para comentar las ganas que estamos percibiendo de expresar, de comunicar. Decir aquello que sentimos, que nos conmueve, aquello que es importante, nos devuelve a un lugar en el que la vulnerabilidad ya no tiene que ser un lugar oculto. Todos podemos pensar en esas palabras que nos conmueven y de esa forma dejarnos llevar a momentos importantes de nuestra vida. Muchas veces la infancia, otras veces lugares de nuestra vida no expuestos en el contacto social como los instantes de ternura, de ganas de confiar en la humanidad, de espacios mentales donde creemos posible que todo eso conviva.

Con todo ello nos estamos encontrando.

La forma no siempre es de palabras, que es lo que solicitamos. A veces aparecen reflexiones, frases, poemas. Personas que se inspiran, grupos que juntos deciden enviar un conjunto de palabras, también nos han enviado imágenes.

Nos permitimos soñar, creer en los cambios y en la posibilidad de aportar nuestras palabras. Esas palabras que son mías y tuyas y suyas. Palabras que unirán a personas, que darán que hablar, sorprenderán. Palabras en diferentes idiomas. Ya tenemos: castellano, euskera, catalán, gallego, andaluz, asturiano, árabe, francés, portugués, búlgaro, rumano, japonés… y seguimos esperando más.

Ese chico que nos habla de abrazos, la mujer de ética, la anciana del amor, el de los pendientes del dinosaurio, el señor de la silla de ruedas de la ternura, la señora de la sonrisa de las amapolas y aquella de las libélulas, la otra de los comienzos…

Instantes de poética urbana. Salir de la cotidianeidad y pensar, sentir aquello que nos gusta y nos conmueve es la clave, aquello que nos hace mejores personas. Así, podemos convivir independientemente de nuestras creencias, actitudes vitales, pensamientos, objetivos, edad, aspecto, preferencias, limitaciones, talentos, gustos… Así rompemos muros. Las palabras rompen muros si salen de ese rincón secreto. Gracias por mandárnoslas desde ahí.



Gracias. Todas juntas podemos. 
Elkarrekin gehiago gara eta gehio gara!

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